Declaración conjunta de la sociedad civil sobre la adopción por consenso del Pacto Mundial Digital de las Naciones Unidas

Nosotros, las organizaciones de la sociedad civil y particulares abajo firmantes, acogemos con satisfacción la adopción por consenso del Pacto Mundial Digital (GDC, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas (ONU) anexo al Pacto para el Futuro. Desde el principio, el GDC ha sido un esfuerzo ambicioso y bien intencionado para que las partes interesadas -especialmente los Estados miembros y el sector privado- acuerden una serie de principios y compromisos compartidos para un futuro digital más colaborativo. Acogemos con especial satisfacción la afirmación explícita y la aplicación del marco internacional de derechos humanos a las tecnologías digitales, el reconocimiento explícito del modelo de múltiples partes interesadas y el Foro de las Naciones Unidas para la Gobernanza de Internet (IGF, por sus siglas en inglés) -centrado en la participación de múltiples partes interesadas- como plataforma predominante y modelo para la formulación de políticas. Aunque valoramos estos aspectos del GDC, destacamos la necesidad de mayores compromisos concretos para garantizar un enfoque abierto, inclusivo y transparente, centrado en las personas y basado en los derechos para la implementación del GDC, y para garantizar que cualquier nuevo organismo o proceso que emane de ella no duplique o deslegitime los espacios multisectoriales existentes.

Cuestiones clave y el Pacto Mundial Digital: éxitos, deficiencias y fracasos

El documento final del GDC se ajusta estrechamente a las iniciativas anteriores del Secretario General de la ONU sobre gobernanza digital. Como tal, abarca una serie de cuestiones clave como el cierre de Internet, la vigilancia, la inteligencia artificial y el cifrado. No obstante, en su intento de abarcar estos temas, el GDC carece necesariamente de profundidad y matices. En general, las obligaciones de los Estados en virtud de la legislación internacional sobre derechos humanos no son lo suficientemente sólidas ni se integran de forma coherente en el GDC. Aunque los Estados miembros se comprometen a aplicar el derecho internacional de los derechos humanos a todo el ciclo de vida de las tecnologías digitales y emergentes, no contiene el compromiso de abstenerse de utilizar o dejar de utilizar tecnologías que sean fundamentalmente incompatibles con los derechos humanos internacionales, como se establece en una reciente resolución de la Asamblea General. Además, el lenguaje para «abstenerse de los apagones de Internet» no es tan contundente como en algunas de las resoluciones aprobadas por la Asamblea General de la ONU o el Consejo de Derechos Humanos que «condenan» los apagones de Internet, y también omite la referencia específica a los principios jurídicos aplicables como la legalidad, la legitimidad, la necesidad y la proporcionalidad. Lo mismo ocurre con el lenguaje sobre vigilancia y encriptación, que sigue siendo vago y se refiere únicamente a la necesidad de garantizar «el cumplimiento del derecho internacional» en lugar de la necesidad de evitar interferencias y garantizar el cumplimiento de las obligaciones de los Estados en virtud del derecho internacional de los derechos humanos. Del mismo modo, aunque acogemos con satisfacción las referencias explícitas a la diligencia debida en materia de derechos humanos, el lenguaje sobre la rendición de cuentas, en particular en relación con las grandes empresas tecnológicas, podría haber sido más contundente. En general, entendemos que habría sido difícil para los Estados miembros dar a cada tema una revisión completa. Sin embargo, lamentamos que el GDC no haga avanzar las normas, sino que, por el contrario, corra el riesgo de ser malinterpretada en el sentido de que socava las normas básicas. 

Lamentamos profundamente que, a pesar de nuestros esfuerzos y a diferencia de las Líneas de Acción de la WSIS, el GDC dé un paso atrás y no incorpore adecuadamente una perspectiva de género interseccional. Siguiendo los principios feministas presentados por varias organizaciones de la sociedad civil al inicio del proceso, una perspectiva de género interseccional es esencial para evitar profundizar las desigualdades. Una perspectiva de género interseccional no sólo debe aplicarse como un objetivo distinto e independiente, sino que debe incorporarse a todos los aspectos del desarrollo de políticas y programas y a través de su implementación. 

Del mismo modo, aunque el GDC hace referencia al derecho internacional en general, y al derecho internacional de los derechos humanos en particular, no integra adecuadamente las cuestiones que se entrecruzan en torno al derecho internacional humanitario y el cambio climático. Dichas referencias son necesarias para que el GDC se adapte a las realidades que rodean a cuestiones como el acceso a información precisa sobre el cambio climático, la conectividad a Internet en tiempos de crisis y conflicto, y la protección de la infraestructura digital. Por ejemplo, el GDC adopta un enfoque muy tecnosolucionista de la crisis climática y los problemas medioambientales. El GDC ignora el impacto negativo del desarrollo y el despliegue tecnológico en el medio ambiente y en los derechos humanos de las comunidades afectadas por la producción y la eliminación de tecnologías.    

Falta de compromiso sólido de la sociedad civil en el proceso del Pacto Mundial Digital 

Sin embargo, nos sigue preocupando que el GDC no refleje la realidad de lo que vemos sobre el terreno y en nuestras diversas comunidades en los contextos de la Mayoría Global y el Norte Global. Aunque el proceso de redacción del GDC trató de incluir diversas voces y aportaciones de las partes interesadas, se quedó corto.  Le faltó transparencia y un compromiso significativo con las aportaciones de las partes interesadas. Hemos invertido innumerables horas en los últimos dos años informando y guiando este proceso (cuando las oportunidades nos lo han permitido) y vemos el potencial de la implementación del GDC -especialmente si un amplio grupo de partes interesadas trabajan juntas- para sacar adelante ciertas recomendaciones que se alinean con nuestras prioridades de defensa. Sin embargo, nuestro apoyo a la aplicación o aprobación del GDC no debe interpretarse como una aprobación de un proceso que no se comprometió de forma significativa ni incorporó diversas perspectivas de la sociedad civil, en particular con la Oficina del Enviado Tecnológico del Secretario General de las Naciones Unidas, así como en su proceso de negociación y, por tanto, en su documento final. Por lo tanto, hacemos un llamado a la ONU y a sus Estados miembros para que garanticen consultas más sólidas y transparentes con la sociedad civil, de modo que los esfuerzos futuros -incluida la aplicación del GDC y la WSIS+20- no repitan las mismas deficiencias observadas durante la negociación del GDC. 

Seguir avanzando: Implementar el Pacto Mundial Digital y otros procesos clave de la ONU

El GDC establece nuevos mecanismos y espacios relevantes para la implementación del GDC con el fin de facilitar la participación de todas las partes interesadas, especialmente de los Estados Miembros. Si bien es importante garantizar que el GDC cuente con los recursos adecuados, pedimos a las Naciones Unidas y a sus Estados miembros que garanticen que todos los nuevos mecanismos o procesos sean abiertos, inclusivos y transparentes en su diseño, que faciliten una participación significativa de las partes interesadas y que no dupliquen o deslegitimen los foros existentes, como la WSIS-en particular el próximo proceso de revisión de la WSIS+20- y el IGF.  El IGF también requiere mayores compromisos formales de apoyo financiero para continuar su impacto. Instamos a la coordinación y complementariedad, buscando sinergias con estos foros ya establecidos. También pedimos a la ONU que garantice una coherencia y colaboración efectiva en todo el sistema, incluso con organismos clave de la ONU, como la OACDH, para garantizar una orientación sólida en relación con la aplicación de la legislación internacional sobre derechos humanos a Internet y las tecnologías digitales. También llamamos la atención sobre las próximas convocatorias, como RightsCon y el Foro de Derechos Digitales e Inclusión (DRIF) y DataFest África, como oportunidades para que los Estados miembros se comprometan de manera significativa con la sociedad civil, especialmente los de la Mayoría Global. En general, seguimos comprometidos con el proceso de implementación del GDC -especialmente con cualquier grupo de trabajo o mesa redonda sobre temas relevantes- y animamos a que se apoye firmemente y se dote de recursos a la participación de la sociedad civil, con el fin de aprovechar este momento para que la ONU y sus Estados miembros aborden abiertamente cómo afecta la tecnología a su mandato y a los esfuerzos generales para ampliar la inclusión, los derechos humanos, la paz y la seguridad. 

Firmantes (por orden alfabético) 

  • Access Now 
  • ARTICLE 19
  • Association for Progressive Communications (APC)
  • Center for Democracy & Technology
  • Centre for Internet and Society
  • Center for Media Research – Nepal (CMR-Nepal)
  • Collaboration On International ICT Policy for East and Southern Africa (CIPESA)
  • Derechos Digitales
  • Digital Empowerment Foundation (DEF) 
  • Digital Rights Nepal (DRN)
  • European Center for Not-for-Profit Law (ECNL)
  • EngageMedia
  • Fundación InternetBolivia.org
  • Global Partners Digital (GPD)
  • Hiperderecho
  • International Center for Not-for-Profit Law (ICNL)
  • Instituto Panamericano de Derecho y Tecnología – IPANDETEC
  • Dr. Katharine Millar, Associate Professor of International Relations, London School of Economics (in individual capacity)
  • KICTANet
  • Dr. Konstantinos Komaitis, Global Governance and Democracy Lead, Democracy and Tech Initiative, Atlantic Council (in individual capacity)
  • Paradigm Initiative (PIN)
  • Pollicy
  • Tech Global Institute
  • TEDIC

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