Los Días de la Alianza Digital UE-ALC marcaron el primer diálogo político de alto nivel de seguimiento entre la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe (ALC). Este evento tuvo lugar del 27 al 29 de noviembre de 2023 en el Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena, Colombia. Durante estos días, se congregaron representantes gubernamentales de ambas regiones, así como del sector privado, la sociedad civil y la academia, contando con la participación activa desde IPANDETEC.
La Alianza Digital UE-ALC se creó en marzo de 2023 con el objetivo de reunir fuerzas para una transformación digital inclusiva y centrada en las personas de ambas regiones y desarrollar el diálogo y la cooperación birregionales en todo lo que conlleva las cuestiones digitales. La Alianza Digital es la primera asociación digital regional entre la UE y los países de ALC. Su objetivo es fomentar el desarrollo de infraestructuras digitales seguras, resilientes y centradas en las personas.
El objetivo de la Alianza es acercar los mercados digitales de la UE y ALC a través de los siguientes objetivos:
- Fomentar la buena gobernanza, la transparencia, la participación y la rendición de cuentas
- Garantizar una conectividad segura, asequible y de alta velocidad. Fomentar la cooperación birregional en los campos de la investigación y la educación, y permitir la innovación en productos y servicios digitales.
- Fomentar la colaboración, la competitividad y la innovación entre múltiples partes interesadas y el sector privado en el área digital, promoviendo redes y mecanismos de colaboración público-privada y maximizando las posibilidades de que los socios de la UE y ALC se reúnan.
- Permitir la cooperación y el acceso a datos de observación de la Tierra a sectores clave que trabajan en resiliencia ambiental, gestión de riesgos de emergencia o adaptación al cambio climático, y fomentar la colaboración industrial en estos temas.
- La Alianza Digital UE-ALC crea un marco estratégico para fomentar una cooperación birregional sustancial en todo el espectro de cuestiones digitales y espaciales.
- La Alianza aborda la transformación digital y la innovación basándose en un compromiso compartido con una visión centrada en el ser humano de la economía y la sociedad digitales. En su implementación participan gobiernos, partes interesadas privadas, instituciones financieras internacionales, organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, la sociedad civil y el mundo académico.
Durante este periodo, la Alianza Digital remarcó el propósito de trazar una agenda y una ruta estratégica con miras a la Cumbre UE-CELAC de 2025. Se identificaron metas comunes para cada uno de los temas y a concertar acciones conjuntas.
La conversación se centró en cinco áreas clave:
1. Gobernanza de datos;
2. Gobernanza electrónica;
3. Ciberseguridad;
4. Conectividad y;
5. Inteligencia artificial.
Se realizó un intercambio de mejores prácticas y lecciones aprendidas. Se identificaron áreas clave para una colaboración más estrecha: alinear los marcos de ciberseguridad, implementar políticas y estrategias innovadoras para lograr una conectividad inclusiva y segura, desarrollar mecanismos de identidad digital interoperables, establecer flujos de datos más eficientes y seguros, y adoptar estrategias y políticas para mitigar los riesgos de la inteligencia artificial y aprovechar simultáneamente sus oportunidades potenciales.
En estos días, se resaltó la firme decisión política de los países aliados de colaborar en asuntos digitales a través de un diálogo compartido y la implementación de iniciativas conjuntas, promoviendo una transformación digital centrada en las personas en ambas regiones.
Además, se llegaron a conclusiones en común desde la sociedad civil, siendo estas las siguientes:
Tomando en cuenta el principio de “no dejar a nadie atrás”, se subraya la importancia de seguir involucrando a diversos sectores en el diálogo. Se solicita al comité organizador establecer un mecanismo permanente de consulta y participación con este sector durante los próximos dos años. Se buscan dinámicas que equiparen las intervenciones de la sociedad civil con las de otros sectores, respaldadas por un apoyo financiero y un plazo adecuado para proporcionar retroalimentación a lo largo del proceso.
Se enfatiza en que la integración de la tecnología debe priorizar siempre los derechos humanos, incorporando su protección desde el diseño inicial. Se reconoce la distinción entre poner en el centro a las personas y adoptar un enfoque basado en riesgos, subrayando la importancia del lenguaje utilizado.
Se considera el interés repetido en abordar la capacitación y formación, y se ofrece, por lo tanto, el compromiso de la sociedad civil y la academia para contribuir activamente en la formación de actores y apoyar a los estados en la implementación de nuevas políticas y tecnologías. El compromiso se basa en estudios rigurosos, tanto a nivel interregional como local, y con un enfoque de género presente en todo momento.