Por la Dra. Arletty Pinel, Presidenta del País
La participación de Panamá reunió a líderes nacionales e internacionales de diversos sectores que compartieron sus perspectivas sobre el tema central de la Semana y su impacto en la educación, equidad, innovación, productividad, comercio y el futuro sostenible del país y la región. Las presentaciones clave se centraron en varios aspectos importantes, como la importancia de la educación y la inclusión financiera en el contexto del cambio climático en el Canal de Panamá, la brecha de género en la educación y el empleo, el papel de la tecnología en la educación superior,
la economía plateada como respuesta al envejecimiento rápido en América Latina y el Caribe, y el papel de las inversiones ángel en la solución de desafíos socioeconómicos.
Principales reflexiones:
1. Las inversiones ángel tienen un papel crucial en la transformación del panorama financiero de América Latina y el Caribe, especialmente en países de ingresos medios y medianos-altos que buscan la inclusión social y sistemas sostenibles. Mediante la financiación mixta, que combina diversas fuentes de financiamiento, se tiene la oportunidad de mejorar el acceso a la educación, la conectividad, la educación financiera y una amplia gama de oportunidades profesionales. Estas inversiones pueden fortalecer el capital social y mejorar las condiciones de vida de individuos, familias y comunidades, fortaleciendo así la provisión de una educación de calidad desde la primera infancia hasta la educación superior, en beneficio de las generaciones futuras.
2. El cambio climático representa una amenaza significativa para el funcionamiento del Canal de Panamá y la supervivencia de las comunidades y la biodiversidad en su cuenca hidrográfica. Los verdaderos socios del Canal de Panamá son las personas que viven en esa área. Las inversiones ángel se alinean con los intereses nacionales y de otros actores, lo que permite el desarrollo de soluciones sostenibles y promueve la inclusión financiera para los residentes de la cuenca hidrográfica del canal. La prosperidad de estas personas es crucial para la economía del país y su contribución al comercio global.
3. La desigualdad de género persiste en América Latina y el Caribe, agravando la exclusión financiera de las mujeres. Este problema se ve agravado por el rápido envejecimiento de la región, lo que resulta en una convergencia de disparidades de género, una brecha digital en aumento y discriminación basada en género y edad. La escasa representación de las mujeres en campos tecnológicos limita sus perspectivas económicas, mientras que las responsabilidades de cuidado y la discriminación relacionada con la edad restringen aún más sus oportunidades laborales. La economía plateada surge como una respuesta al reconocer y aprovechar el potencial económico de los adultos mayores, incluidas las mujeres, fomentando la participación, el empleo y el emprendimiento. Adoptar la
economía plateada puede ser un camino para abordar las disparidades de género, empoderar a las mujeres y fomentar la inclusión económica intergeneracional, lo que finalmente permitiría crear una sociedad más equitativa e inclusiva.