Durante los últimos meses, la mayoría de los países se han sumergido en un período de incertidumbre y se han visto fuertemente impactados por la pandemia del COVID-19. Términos como “distanciamiento social”, “confinamiento” y “cuarentena” se han convertido en parte de nuestro léxico y vocabulario habitual. Nuestras relaciones interpersonales, familiares y laborales han sufrido cambios dramáticos, pero hay un elemento que nos ha permitido sobrellevar este tiempo de crisis, las telecomunicaciones.
Beneficios
La crisis del coronavirus no será tan crisis gracias a las telecomunicaciones. Esto es así, porque las telecomunicaciones tienen un rol importante en diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana. A manera de ejemplo podemos señalar los siguientes:
- Podemos tener contacto con nuestros familiares, amigos y compañeros mediante videollamadas.
- Estudiantes de colegios y universidades pueden acceder a plataformas virtuales y seguir clases remotamente desde sus casas.
- En la parte económica y laboral, la mayoría de las empresas han implantado el teletrabajo, lo cual no sería posible sin una conectividad de calidad.
- Las tiendas “retail” y comercios en general han podido surtir sus productos a través de las tiendas online.
- La telemedicina ha ayudado a monitorear pacientes, compartir información y difundirla en tiempo real, gestionar modelos estadísticos, lo cual ha permitido que nuestros Gobiernos tomen decisiones estratégicas con una data agregada.
- Se ha fortalecido y aumentado considerablemente la cantidad de trámites gubernamentales que estamos haciendo de forma digital. Incluso, se empieza a entender el concepto de “ciudadano digital”.
Oportunidades
De toda crisis, surgen oportunidades. Durante la crisis del COVID-19, las empresas se han percatado que pueden seguir funcionando a pesar de no tener centros de trabajos físicos. Esto indudablemente cambiará los modelos de trabajo hacia futuro y supondrá un cambio en el modelo productivo llevando consigo un importante ahorro de costos. ¿Por qué tengo que pagar un arrendamiento de oficina cuándo mis colaboradores pueden estar trabajando desde casa? Esta pregunta ha encontrado respuesta durante este tiempo de COVID-19 y en muchos casos la respuesta es clara: No es necesario el pago de dicho alquiler. En conclusión, se ha desmitificado el concepto de teletrabajo.
Durante la crisis del COVID-19, el tráfico por internet ha crecido exponencialmente. A nivel mundial, se están dando incrementos de 50% en la capacidad de internet. En la Unión Europea, las operadoras de internet han tenido que emitir comunicados solicitando el uso racional de internet. Los grandes proveedores de contenido han disminuido la calidad de su contenido en alta definición para no utilizar tanto ancho de banda y de esta manera aliviar el tráfico de internet. Debido a este tráfico exponencial, los usuarios de las telecomunicaciones debemos discernir entre lo verdaderamente necesario en un momento determinado y aquello que puede esperar. La democratización de las telecomunicaciones ya es un hecho.
Las telecomunicaciones han sido consideradas por la mayoría de los países como una actividad esencial y en consecuencia han estado exceptuadas de las medidas de cierre de comercios. A través del Big Data, el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial, se ha demostrado la capacidad para el análisis de los patrones de la pandemia, la detección temprana de alertas, mejoras en las respuestas sanitarias y como un catalizador para el desarrollo de vacunas y medicamentos. Los ingenieros de telecomunicaciones le han dado a nuestros médicos y especialistas sanitarios herramientas adicionales para luchar contra el COVID-19.
Conclusión
En conclusión, durante el COVID-19, las telecomunicaciones han reivindicado su papel como actor relevante elevando su papel como servicio básico de la sociedad, mitigando los impactos de la crisis y maximizando el desarrollo de la humanidad manteniendo siempre el respeto a las libertades personales de todos los individuos. ¡Las telecomunicaciones están aquí para quedarse!